domingo, 22 de marzo de 2009

La última carga de caballería


La Brigada de Caballería Pomorska, es recordada por haber protagonizado la última carga de caballería en la historia militar.
Tras la II Guerra Mundial, las brigadas de caballería sustituyeron ya de forma definitiva los caballos por carros blindados y helicópteros. Esto ha sucedido en todos los Ejércitos modernos, de los que ha desaparecido como tal el arma de caballería, para pasar a ser Arma Acorazada o Caballería Mecanizada.
Durante la II Guerra Mundial, los jinetes polacos cargaron con sus lanzas contra los tanques panzer alemanes cuando estos se dirigían hacia Varsovia, en un infructuoso intento que oponía el tradicionalismo a la tecnología; sangre y músculo al acero.
Si bien se ha sostenido largamente que Polonia mantuvo su caballería por su fuerte arraigo a los ideales románticos militares, oponiéndose a la evolución armamentista, la verdad dista bastante de ello. El hecho es que el estado polaco había comenzado una política de renovación de sus cuerpos de caballería, incorporando unidades mecanizadas, sin embargo, la demora en la asignación de partidas de dinero, significó que algunas brigadas no llegaran a ser reacondicionadas.
Félix Velasco

Madrid, 11 de Marzo de 2004


La capital de España se ve sacudida por una enorme explosión en la estación de Atocha. Eran las 7,37 h. de la mañana. Un minuto después, en la estación de El Pozo, se oye una segunda detonación. A las 7,39 es en el madrileño barrio de Santa Engracia donde estalla una tercera bomba. En los dos minutos siguientes, hasta 7 explosiones más suenan.
Son diez explosiones que dejan a Madrid sumida en el caos, y a España entera en el horror.
Había sido el atentado terrorista más grave que jamás se ha cometido en territorio español: 191 muertos y 1.500 heridos fue el resultado de esta barbarie.

Durante todo el día, el país vivió con pánico, con pena, con tristeza, con impotencia, con rabia, cómo las sirenas, las ambulancias, los bomberos, la policía, los propios ciudadanos se echaban a la calle en un intento último de ayudar a los que tristemente se vieron envueltos en aquel sin sentido.
Félix Velasco

Apolo XI


El 20 de julio de 1969 la misión espacial de EE.UU. Apolo XI cumpleel más grande de los desafíos de la ciencia moderna, la llegada del hombre a la Luna.
El comandante Neil Armstrong y Edwin F.Aldrin, piloto del modulo de exploración lunar ‘Eagle’, alunizan en el Mar de la Tranquilidad.
El mundo entero sigue por televisión la cuarta misión de una serie de vuelos tripulados denominada Apolo.
El tercer astronauta, Michael Collins, permanece en órbita lunar a cargo del módulo de mando Columbia, a la par que filma y fotografía a sus compañeros, los cuales toman muestras de suelo y rocas lunares e instalan instrumental científico para detección de sismos, partículas solares y un reflector láser.

Félix Velasco

Atentado terrorista en Oklahoma


Esta foto ganó el Premio Pulitzer en 1996. Fue tomada por Charles Porter el 19 de abril de 1995, y se convirtió en una de las fotos más famosas.
En la fotografía podemos ver al bombero Chris Fields sosteniendo a un niño agonizando.

Un veterano de la Guerra de Vietnam, el estadounidense Timothy McVeigh, cometió un acto de terrorismo contra su propia nación. Detonó una bomba casera cuyo resultado fue la destrucción de un edificio federal y en la muerte de 168 personas.
Otro fotógrafo Lester LaRue, estaba a tan sólo un metro de distancia de Charles Porter, y tomó una imagen prácticamente idéntica, pero el premio fue para Porter.

Félix Velasco

domingo, 8 de marzo de 2009

Los asesinos del Presidente Lincoln




Abraham Lincoln (12 de febrero de 1809 - 15 de abril de 1865) fue el décimo sexto Presidente de los Estados Unidos y el primero por el Partido Republicano.
El 14 de abril de 1865, durante su última reunión Lincoln invitó al General Grant a un evento social para aquella tarde. Grant rechazó la invitación. Lincoln y su esposa salieron para asistir al teatro Ford, la obra era Our American Cousin, una comedia musical. John Wilkes Booth, un actor y simpatizante del Sur, sube al palco donde se encontraba el Presidente y le dispara un único tiro en la cabeza mientras grita “Sic semper tyrannis!” (”así siempre a los tiranos“, lema del estado de Virginia). El asesino aprovecha la confusión y salta del palco agarrándose de un telón que al rajarse arroja a John Wilkes Booth al suelo, hiriéndolo en la pierna. A pesar de ello consigue alcanzar cojeando su caballo y fugarse, el presidente, mortalmente herido y tras ser atendido por el médico militar Charles August Leale, presente en el teatro, fue llevado a una casa atravesando la calle donde entró en coma durante algún tiempo antes de fallecer diez horas después del atentado.
Booth acaba muriendo a manos de un policía doce días después. Varios de sus compañeros (se demostró más tarde que algunos de ellos eran inocentes) fueron finalmente capturados y ahorcados o encarcelados.
María E. Surratt, Lewis T. Powell, David E. Herold, y George A. Atzerodt y cuatro personas más fueron acusados de colaborar con Booth en el magnicio, pero solo las cuatro primeras fueron condenados a morir en la horca, ejecución que se llevó a cabo en en el fuerte McNair en Washington, D.C.
Félix Velasco